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Las Bolsas en Europa, Asia y EE.UU. cotizaron con valores dispares. Los operadores estiman que el conflicto podría tener un efecto limitado.

Las Bolsas europeas y de Estados Unidos cotizaron ayer con valores dispares, aunque en un tono de moderación, al contrario de lo que se esperaba tras el ataque de Estados Unidos a Irán de este fin de semana y la réplica iraní de ayer. En la jornada, de tensa calma, el precio del petróleo, un indicador de la estabilidad en Oriente Medio, también cerró a la baja tras llegar a primeras horas del día a máximos del año.

Los expertos creen que el conflicto desatado entre Israel e Irán se mantendrá contenido ante los esfuerzos diplomáticos, por lo que esperan que tenga un impacto limitado en los mercados bursátiles, en las materias primas y en sus estrategias de inversión.

La Bolsa de Milán perdió ayer el 1 %; París, el 0,69 %; Frankfurt, el 0,35 %; Londres, el 0,19 % y Madrid, el 0,08 %. Las plazas europeas abrieron con pérdidas y mantuvieron ese tono negativo durante la sesión, aunque el grado de caídas fue más moderado de lo que podía preverse un día después del ataque de EE.UU. a tres instalaciones nucleares iraníes durante el fin de semana, y la réplica de ayer de Teherán que atacó las bases de Estados Unidos en Qatar y en Irak.

En Wall Street, el índice S&P 500 subió 0,9% después de una semana en la que los precios de las acciones habían subido y bajado debido a preocupaciones sobre la posible escalada del conflicto. El promedio industrial Dow Jones también sumó un 0,9% y el compuesto Nasdaq ganó 0,9%.

El precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, que se disparaba cerca del 5 % en la apertura de los mercados europeos por encima de los 81 dólares, se moderó también posteriormente y al final de la rueda cotizaba incluso en terreno negativo 2,10 %, por debajo de los 73,50 dólares. El precio del crudo intermedio de Texas WTI cerró con una caída del 7,2 %, hasta 68,51 dólares el barril.

Junto a una respuesta más suave por parte de Teherán, los precios del crudo se vieron contenidos por las exigencias de Donald Trump a los productores de energía de acelerar la extracción de crudo. `¡Perforen, chicos, perforen! ¡Y digo ahora!` publicó en la red social Truth.

Los hechos del fin de semana revivieron los temores del peor escenario posible para el mercado petrolero: el cierre del estrecho de Ormuz, cerca de la costa iraní, por donde pasa casi 20% del crudo del mundo. Los precios del petróleo habían subido después de que Israel atacó Irán el 13 de junio, pero el mercado se moderó la última semana porque los ataques no afectaron gravemente la infraestructura petrolera iraní. Sin embargo, según la magnitud de las represalias iraníes y el aumento de las tensiones, las exportaciones del oro negro desde Oriente Medio podrían verse afectadas.

El economista Jefe de AXA IM, Gilles Moëc, explicó que `la magnitud de la reacción del mercado al ataque de EE.UU. dependerá de hasta qué punto Irán decida contraatacar. Consideramos que cerrar el estrecho de Ormuz sería contraproducente para Irán`, añadió Moëc, ya que `más allá de la respuesta militar que provocaría, reduciría drásticamente su capacidad financiera y tensionaría su relación con China, que depende en gran medida del petróleo del Golfo`. El experto de AXA IM advirtió de que Teherán debería optar por la cautela.

En Asia, los principales índices habían cotizado el incremento de la tensión en Oriente Próximo con tendencia mixta y movimientos no muy pronunciados. La Bolsa de Seúl había perdido el 0,24 % y la de Tokio, el 0,13 %, mientras que Hong Kong había sumado el 0,67 % y Shanghái, el 0,65 %.

En el mercado de la renta fija, el rendimiento del bono alemán a largo plazo, considerado el más seguro de Europa bajó 1 punto básico, hasta el 2,505 %. El euro se revalorizaba el 0,13 % frente al dólar con el cambio en 1,1537 dólares. El oro, considerado valor refugio ante la incertidumbre, subía el 0,63 % y la onza se cotizaba a 3.389,6 dólares.

`El crudo está retrocediendo a medida que el mercado asimila las señales de que la infraestructura energética no es la primera opción de Irán para tomar represalias`, afirman los analistas. Los inversores interpretaron la respuesta como una medida para salvar las apariencias más que como una verdadera escalada. En una entrevista con la CNBC, el secretario de Estado de Energía, Chris Wriggt restó importancia a la perspectiva de que Irán cierre el estrecho de Ormuz. `Existe cierto riesgo de que eso ocurra, pero no creo que el riesgo sea enorme. Si cierran el estrecho no perjudican a otros, sino a ellos mismos`, puntualizó.

Clarín